mayo 2017



Objetivo: 

Analizar la figura de los territorios interétnicos e interculturales en el marco de la actual transición política, social, jurídica, cultural, económica y territorial en el marco del fin del conflicto armado entre las FARC-EP y el Gobierno nacional en Colombia.

Justificación: 

El punto de referencia inicial que se asume es la importancia que cobra en la historia del país un acontecimiento transicional como lo es el fin del conflicto armado con las FARC-EP, teniendo en cuenta que este proceso implica un replanteamiento general de los valores jurídicos y cotidianos con base en los cuales se reconoce la nación colombiana. Por lo tanto, las circunstancias actuales son propicias para reevaluar las condiciones que han sido gestoras de conflictos violentos en el pasado y procurar la construcción de un concepto de nación que reconozca no solamente la existencia de múltiples manifestaciones culturales en el territorio, sino también el diálogo de identidades que desbordan la perspectiva de lo que se concibe respecto a lo étnico y lo cultural en Colombia. 

Se comprende a la interetnicidad e interculturalidad como los conceptos que mejor se acomodan a las características y condiciones que cumplen distintos territorios del país, pero que jurídicamente no existen. La necesidad de incluir en un marco reglamentario la figura de territorios interétnicos e interculturales se apoya en la importancia de construir un proyecto nacional que no excluya formas de organización étnicas y culturales distintas a las que comprenden las representaciones sociales de la sociedad mayoritaria.

La necesidad de integrar la perspectiva interétnica e intercultural en un marco legal, radica en la responsabilidad estatal de amparar a las comunidades vulnerables frente a las problemáticas más comunes que han surgido tradicionalmente en torno a la tierra, a su tenencia y a sus usos. Se trata entonces del reclamo de derechos de orden ancestral que, si no son atendidos oportunamente, podrían entrar a formar parte de un nuevo repertorio de problemáticas que darían origen a nuevas expresiones de violencia. 

En el conversatorio se propone analizar y debatir la necesidad y pertinencia de la creación de nuevas figuras de ordenamiento territorial que respondan a las características de las comunidades interétnicas e interculturales, teniendo en cuenta que, debido a los obstáculos burocráticos, conseguir el reconocimiento y/o titulación de un territorio bajo las figuras existentes representa una dificultad para las comunidades. Lo anterior resulta necesario contemplarse en el marco de la transición política, jurídica, económica, social y cultural que atraviesa en la actualidad a nuestro país.

Lugar: Universidad Santo Tomás, auditorio Fundadores.

Entrada Libre. Inscripción Previa Aquí 

Fecha: 25 de mayo de 2017

Hora: 10:00am a 1:00pm

Invitados/as Ponentes: 

  • Representante académico Universidad Santo Tomas. Grupo de Investigación Comunicación Paz y Conflicto
  • Representante CONAFRO Coordinación Nacional de Organizaciones y Comunidades Afrodescendientes.
  • Representante  CONPI Coordinación Nacionald de Pueblos Indígenas.
  • Representante del campesinado FENSUAGRO Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria -ANZORC - Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina
  • Representante Comisión Nacional del Pueblo Rrom
  • Representante Grupo Pijao - Jóvenes
Apoya: 
  • Coordinación Étnica Nacional de Paz - CENPAZ
  • Colectivo Yuca Brava
  • Juventud Revelde
Informes: conpibacata@gmail.com



Carta Pública.

Juan Manuel Santos Calderón

Presidente de la Republica de Colombia


Comisión de Seguimiento Implementación Verificación e Impulso (CSIVI):

Gobierno Nacional y FARC-EP.

Desde la Coordinación Étnica Nacional de Paz (CENPAZ), nos dirigimos a ustedes con el fin de poner a consideración algunas observaciones, que consideramos son de total importancia en la implementación de los acuerdos para el bienestar de nuestras comunidades étnicas como sujeto de derecho.

Desde que empezó la negociación entre el Gobierno y las FARC-EP (2012), nosotros hemos participado en varios eventos sobre los diálogos de paz, como lo fueron los foros nacionales organizados por la Universidad Nacional y Naciones Unidas. Así mismo, el año pasado (2016) asistimos a La Habana-Cuba en el marco de La audiencia para grupos étnicos y la firma del acuerdo final. En cada momento hemos puesto de manifiesto que para el logro de una paz estable y duradera, como lo afirman los acuerdos alcanzado por las partes en confrontación, deberían necesariamente contar con la participación de los grupos étnicos, en todo lo concerniente a la implementación. Insistimos en que es necesaria su participación y presencia en los diferentes espacios e instituciones que se crearían para ello; en este sentido logramos que quedara en el acuerdo general el Capítulo Étnico 6.2 que crea la alta instancia étnica para la implementación, entre otros asuntos acordados.

Hoy la creación del Capítulo Étnico no ha sido suficiente para que las comunidades étnicas sean tenidas en cuenta en el desarrollo de la implementación de los acuerdos, en el fast-track. Este proceso no ha contado con la participación activa de las comunidades, como consultoras y acompañantes de las leyes discutidas en el Congreso de la República. Pero más grave aún, es que se hayan adelantado leyes que tienen total implicación en estas comunidades y ni así, han sido tenidas en cuenta o consultadas. 

Todo este proceso de implementación ha tenido una atrofia para la participación de las comunidades étnicas de Colombia. A pesar de ser las principales víctimas en este conflicto, en sus territorios se ha mantenido la guerra en los últimos quince años.  

Queremos ponerles de manifiesto: 

Que la consulta y participación en las leyes de fast-track, son de obligatorio cumplimiento, así como la necesaria inclusión de gente negra e indígena en los nuevos escenarios e instituciones que se crean para la implementación de los acuerdos. 

Hoy es necesariamente prioritario que, en La Comisión para el esclarecimiento de la verdad, Unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas, y la JEP, compuesta por jueces y magistrados, se incluya gente negra e indígena, ya que serán estos los encargados de poner en práctica el punto 5 sobre las víctimas. 

También es una exigencia nuestra que un pueblo emblemático como Palenque de Sam Basilio, que es un pueblo pobre, afectado por la violencia, con problemas de consumo de drogas, pero a su vez un pueblo símbolo de paz y libertad en Colombia y América, sea incluido en los Programa de desarrollo con enfoque territorial-PDET de los Montes de María, o como un PDET especial. Palenque fue el primer pueblo libre de América y el primero en firmar un tratado de paz en 1713.

Hoy los grupos étnicos son las principales víctimas del conflicto armado colombiano y por ello requieren tener una real participación en la implementación de los acuerdos, le decimos al gobierno y a la CSIVI, que no bastó con la audiencia y el Capítulo Étnico. Sin la real participación de las comunidades étnicas en la implementación, con gente de carne y hueso, el impacto de la paz no será igual. Sin participación de las víctimas no hay paz.




Carta Pública.

Juan Manuel Santos Calderón

Presidente de la Republica de Colombia


Comisión de Seguimiento Implementación Verificación e Impulso (CSIVI):

Gobierno Nacional y FARC-EP.

Desde la Coordinación Étnica Nacional de Paz (CENPAZ), nos dirigimos a ustedes con el fin de poner a consideración algunas observaciones, que consideramos son de total importancia en la implementación de los acuerdos para el bienestar de nuestras comunidades étnicas como sujeto de derecho.

Desde que empezó la negociación entre el Gobierno y las FARC-EP (2012), nosotros hemos participado en varios eventos sobre los diálogos de paz, como lo fueron los foros nacionales organizados por la Universidad Nacional y Naciones Unidas. Así mismo, el año pasado (2016) asistimos a La Habana-Cuba en el marco de La audiencia para grupos étnicos y la firma del acuerdo final. En cada momento hemos puesto de manifiesto que para el logro de una paz estable y duradera, como lo afirman los acuerdos alcanzado por las partes en confrontación, deberían necesariamente contar con la participación de los grupos étnicos, en todo lo concerniente a la implementación. Insistimos en que es necesaria su participación y presencia en los diferentes espacios e instituciones que se crearían para ello; en este sentido logramos que quedara en el acuerdo general el Capítulo Étnico 6.2 que crea la alta instancia étnica para la implementación, entre otros asuntos acordados.

Hoy la creación del Capítulo Étnico no ha sido suficiente para que las comunidades étnicas sean tenidas en cuenta en el desarrollo de la implementación de los acuerdos, en el fast-track. Este proceso no ha contado con la participación activa de las comunidades, como consultoras y acompañantes de las leyes discutidas en el Congreso de la República. Pero más grave aún, es que se hayan adelantado leyes que tienen total implicación en estas comunidades y ni así, han sido tenidas en cuenta o consultadas. 

Todo este proceso de implementación ha tenido una atrofia para la participación de las comunidades étnicas de Colombia. A pesar de ser las principales víctimas en este conflicto, en sus territorios se ha mantenido la guerra en los últimos quince años.  

Queremos ponerles de manifiesto: 

Que la consulta y participación en las leyes de fast-track, son de obligatorio cumplimiento, así como la necesaria inclusión de gente negra e indígena en los nuevos escenarios e instituciones que se crean para la implementación de los acuerdos. 

Hoy es necesariamente prioritario que, en La Comisión para el esclarecimiento de la verdad, Unidad de búsqueda de personas dadas por desaparecidas, y la JEP, compuesta por jueces y magistrados, se incluya gente negra e indígena, ya que serán estos los encargados de poner en práctica el punto 5 sobre las víctimas. 

También es una exigencia nuestra que un pueblo emblemático como Palenque de Sam Basilio, que es un pueblo pobre, afectado por la violencia, con problemas de consumo de drogas, pero a su vez un pueblo símbolo de paz y libertad en Colombia y América, sea incluido en los Programa de desarrollo con enfoque territorial-PDET de los Montes de María, o como un PDET especial. Palenque fue el primer pueblo libre de América y el primero en firmar un tratado de paz en 1713.

Hoy los grupos étnicos son las principales víctimas del conflicto armado colombiano y por ello requieren tener una real participación en la implementación de los acuerdos, le decimos al gobierno y a la CSIVI, que no bastó con la audiencia y el Capítulo Étnico. Sin la real participación de las comunidades étnicas en la implementación, con gente de carne y hueso, el impacto de la paz no será igual. Sin participación de las víctimas no hay paz.


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